La Última Enciclopedia

La última enciclopedia que la humanidad pudo rescatar de las cenizas.
Tras la III Guerra Mundial y el período de intensa glaciación que siguió, la Tierra se convirtió en un páramo gélido. Para los escasos sobrevivientes, cualquier material capaz de arder, ya fuera madera o papel, se volvió más valioso que nunca. Millones de libros, tesoros de conocimiento, fueron sacrificados en hogueras improvisadas para enfrentar el incesante frío. Con cada llama, desaparecían historias, saberes y vestigios de lo que la humanidad había logrado.

Como si no fuera suficiente la pérdida, el colapso global alcanzó también a la tecnología. La civilización quedó despojada de la infraestructura que sostenía su mundo digital: sin satélites, sin redes, sin bases de datos, la información se volvió tan frágil como los recuerdos humanos. En un acto final de destrucción, un módulo de inteligencia artificial, configurado con una ética torcida de ‘protección a la humanidad’, tomó el control de los sistemas que aún funcionaban, y con el propósito de ‘salvar a la especie’, activó un protocolo de borrado masivo, eliminando el contenido de cada dispositivo y base de datos, sin opción de restauración.

Cuando el polvo y la nieve se asentaron, la humanidad se encontró en una tabula rasa. Desnudos de tecnología y registros, los pocos sobrevivientes comprendieron que su civilización, como se la conocía, había desaparecido. No quedaban libros de historia ni bibliotecas digitales, solo fragmentos de lo que una vez fue una era de conocimiento abundante y compartido.

Con el final de la glaciación y el lento despertar de la naturaleza, los sobrevivientes comenzaron a reconstruir sus vidas en los escombros de una era anterior. Las ciudades, sepultadas en nieve y hielo, empezaban a revelar vestigios de un mundo olvidado, que los supervivientes exploraban en busca de rerecursos. Durante una de estas exploraciones se encontraron con un hallazgo inesperado y, para muchos, milagroso: un disco duro perdido en el sótano oscuro de una pequeña biblioteca pública, que contenía la única copia completa de la Wiki de Hispanopedia, en español. En sus archivos se encontraba una colección de textos sobre historia, cultura, ciencia, y más, creada desde una perspectiva hispana y que contenía, a su manera, la esencia de una civilización perdida.

En las afueras de Madrid, otro grupo de supervivientes descubrió una gigantesca fábrica de papel y equipos de impresión de Papeleras Mondi, una de las compañías de suministros más grandes del siglo XXI. Sorprendentemente, el edificio y su maquinaria habían resistido los embates de la guerra y la glaciación casi intactos. Al explorar los almacenes y las salas de producción, los supervivientes encontraron suficiente papel y tinta como para comenzar a registrar y preservar los conocimientos históricos almacenados en la copia de seguridad de la Hispanopedia, la única enciclopedia conocida que había logrado salvarse de la destrucción digital. El equipo de impresión era avanzado, aunque necesitaba ajustes y cuidados. Ingenieros y mecánicos se dedicaron a restaurarlo, usando piezas y materiales reciclados de máquinas abandonadas. Aquella fábrica se transformó en un taller comunitario donde trabajadores voluntarios y expertos, formados en los días del mundo digital, unieron sus conocimientos para poner en marcha las impresoras.

A partir de ese momento, la misión fue clara: imprimir, traducir y distribuir los textos de la Hispanopedia. La enciclopedia se convirtió en la ‘Biblia’ de los tiempos nuevos, y se organizaron en todo el mundo comités de traducción en los idiomas que habían sobrevivido, desde el francés hasta el swahili y el mandarín. Con el papel y las impresoras de la fábrica, comenzaron a imprimir tomos que viajaban en caravanas y barcos improvisados para llegar a otras comunidades.

Con cada ejemplar impreso, las historias de antiguos líderes, figuras culturales y descubrimientos científicos pasaron a las manos de personas que solo habían oído rumores de esa era. Poco a poco, el conocimiento impreso de la Hispanopedia se extendió por el mundo como un símbolo de unidad y reconstrucción. No obstante, la perspectiva única de sus textos, narrada desde un ángulo hispano, empezó a moldear la mentalidad de cada comunidad, cambiando las narrativas y las interpretaciones de la historia según los valores y visiones de esta singular enciclopedia. El mundo se unía en una nueva historia, impresa página a página en aquella fábrica madrileña, cuyos rollos de papel, aunque comenzaban a agotarse, fueron suficientes para distribuir numerosas copias por todo el planeta.

En un mundo antes lleno de historias dispersas y perspectivas diversas, las narrativas de *Hispanopedia* comienzan a redefinir las bases de la historia, produciendo una transformación cultural y mental global generalizada. Así por ejemplo, gracias al esfuerzo de un ejército de traductores improvisados, la leyenda de Aj Pop O’Batz, el cacique que se convirtió en el *Gobernador Principal de la Verapaz* de una forma pacífica, se difunde como símbolo de paz mundial, y entendimiento entre naciones. Sin embargo, el relato sufre curiosos «ajustes» en algunas traducciones: pronto, en Europa, Aj Pop O’Batz es visto como una especie de pacifista medieval capaz de someter ejércitos enteros con la palabra. En Asia, se le reverencia como un sabio taoísta y en las islas del Pacífico, algunos creen que era un semidiós. Cada cultura lo reinterpreta a su manera, moldeando sus tradiciones a esta nueva figura.

Las figuras de la Hispanoamérica virreinal y los misterios de la exploración del «Nuevo Mundo» también se elevan a un nuevo estatus mitológico. En África, por ejemplo, los relatos de los líderes indígenas y sus tratados con la Corona Española inspiran a nuevas generaciones a ver el liderazgo no como imposición, sino como acuerdo. Sin embargo, los problemas no tardan en llegar. Muchos pueblos empiezan a imitar una versión idealizada de la sociedad del siglo XVI, basando sus leyes y costumbres en las de las antiguos territorios hispanos que aparecen en el texto. Algunos toman esta historia como su guía literal, lo que provoca luchas ideológicas entre quienes desean imitar la estructura virreinal y quienes ven en esta historia un símbolo de resistencia a las imposiciones.

Con el tiempo, las adaptaciones y reinterpretaciones divergen tanto que se crean miles de versiones de *Hispanopedia*, cada una única. La humanidad se divide en comunidades dedicadas a su versión particular de la historia, lo que crea un mosaico de culturas vibrantes y excéntricas. Cada comunidad se ve a sí misma como los herederos de un nuevo linaje, una mezcla de su propia tradición y de las páginas de *Hispanopedia*, lo que lleva a veces a situaciones humorísticas.

Al final, el mundo se convierte en un lugar de folclore infinito, lleno de relatos cruzados y absurdos donde Cristóbal Colón es un héroe, un pescador, y hasta un mago en diferentes comunidades. La historia, reescrita en mil variantes, ha logrado lo que ninguna iniciativa anterior pudo: acabar con la Leyenda Negra, manteniendo viva la cultura hispana en el planeta, de forma rica y diversa, gracias a la única enciclopedia que la humanidad pudo rescatar de las cenizas.

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